jueves, 28 de febrero de 2013

¿Qué es lo que nos hace suponer que somos la misma persona a lo largo del tiempo?

Desde que nacemos hasta que morimos, a lo largo de nuestra vida físicamente y mentalmente se producen cambios evidentemente. Sin embargo, nosotros nos consideramos la misma persona. Pero, ¿Somos realmente la misma persona?

Por un lado, podemos pensar que sí ya que nosotros mismos vemos nuestra evolución y tenemos consciencia de que somos nosotros. Pero una persona que no ha visto dicha evolución no puede reconocerte como la misma persona. Por ejemplo, una persona que ve a un bebe recién nacido y lo vuelve a ver pasados veinte años no es capaz de reconocer a la misma persona debido a su desarrollo. Sin embargo, cuando le dices que esa persona es el bebé que vio hace veinte años probablemente te diga que se trate de la misma persona puesto que identificamos el ser biológico como la persona.

Además, la memoria es un factor muy esencial en la vida ya que gracias a los recuerdos nos vamos construyendo una personalidad y un entorno el cual hace que seamos nosotros mismos. En el caso de una persona en estado vegetativo que no es consciente de sí no sabe quién es pero gracias a su entorno nos permite saber que es la misma persona.

Por otro lado, hay ocasiones en las que debido al entorno puedes parecer distinta persona. Por ejemplo, un profesor no se comporta igual dando clases que cuando esta de cañas con sus amigos. Aunque no parece la misma persona, en esencia sigue siendo la misma persona . A lo que podríamos decir que se trata más bien de un cambio de comportamiento.


Aunque el cambio de personalidad o del físico a lo largo del tiempo sea muy drástico pienso que en esencia sigue siendo la misma persona porque como he dicho anteriormente cada organismo tiene que nacer y morir.



martes, 5 de febrero de 2013

He querido compartir esta fotografía con vosotros ya que cuando la ví me llamó mucho la atención. Y es que muchas veces en la vida nos enfrentamos a cosas que parecen imposibles o nos resultan tan difíciles que pensamos que no lo vamos a conseguir y ni siquiera lo intentamos. Aunque nos veamos incapaces ante dichas situaciones deberíamos luchar y hacer todo lo posible por conseguirlo porque quien sabe a lo mejor lo conseguimos y si no fuera así por lo menos nos quedaríamos con el mérito hecho de haberlo intentando.